martes, 31 de mayo de 2011

Sobre como nos dimos cuenta.

Sé que cada vez que huela de nuevo su colonia, recordaré su nombre, y su cuello, como olvidarlo, que tantas veces bese, mordí, acaricie. Sus ojos, que tanto me miraron, esos ojitos caídos que con tanto amor me miraban. Sus manos, que tanto me acariciaron, capaces de llevarme desde el lugar donde estuviéramos al cielo varios segundos  y traerme de nuevo. Sus labios, que tanto me besaron. Suavemente, salvajemente, besos buscados, desencajados, ensalivados, desequilibrados, ansiosos, sin respiración, simples roces.

No nos dimos cuenta del daño que nos estábamos haciendo al enamorarnos.
Nos arrancamos el corazón el uno al otro.