Después de tantas idas y venidas, aprendí a guardar todos
mis recuerdos. Los metí en un rinconcito de mi alma lo suficientemente grande
como para que no cayeran en el olvido y lo suficientemente pequeño como para
guardar todo lo que aún queda.
Aprendí a sacarlos de vez en cuando, los acariciaba y
saboreaba, pero nunca era como la primera vez. Esa es única.Aprendí a llorar por dentro, aprendí que las cosas suceden una única vez en la vida, y me arrepentí de no haber reído más ese día.
Aprendí a cerrar los ojos y a volver a verme donde querría
estar. Volvía a escuchar aquellos ruidos, la lluvia en aquella ventana, el sol
de aquella mañana, aquel beso, aquella mano buscándome en mi bolsillo.
Volví a oír el cante de aquel pajarito enamorado que hoy, ya tiene el corazón roto...
Volví a oír el cante de aquel pajarito enamorado que hoy, ya tiene el corazón roto...