miércoles, 31 de agosto de 2011

Mi vida sin mi.


Llega el frio en las calles de Madrid, calles que no son mías, calles que apenas conozco. Paseo y me siento tan sola como, realmente, nunca me había sentido.
Y ese vacío… el frio se mete dentro de mi cuerpo y llena cada esquina de mi ser (esas que un día llenaste tú), pero ahora me siento más vacía que antes. Veo tantas cosas mientras camino, todas quisiera compartirlas contigo. En cada banco quisiera besarte, en cada fuente tirar una moneda, en cada semáforo en rojo enseñarte una mirada distinta, en cada callejón volverte loco…

Nunca pensé que yo sería esa clase de personas que tanto piensa en la vida y que valora el más mínimo detalle, ese tipo de personas a las que les gusta escuchar la lluvia o el sonido de las olas rompiendo con las rocas, esas personas que adoran las tormentas aunque en el fondo las temen, esas personas que se imaginan la vida de cualquier persona con quien se cruzan, que simplemente se sientan a ver la vida pasar o esas personas que van a cualquier estación a imaginar cual será el próximo tren que pierda. Nunca sabes cómo vendrán tus cartas.
 
Una vez me dijeron que no hiciera planes, si un día quieres algo ve a por ello, sin esperar, sin planear, sin temor.

Por eso seguiré paseando por esta calle plagada de amores, pasiones, lamentos, tristezas, alegrías, bancos, fuentes, semáforos y callejones…

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